Cuando finaliza el segundo año, el gobierno se apresta a realizar un balance y ya se maneja en el ambiente político que el 2017 será un año clave por diversos motivos.
Con la expectativa de un repunte de la economía, operadores privados del sector industrial, que por lo general no son tan optimistas en sus vaticinios, insinúan que podría estar comenzando una mejora incipiente tanto en la producción de bienes y servicios, como en la colocación de los mismos.
Mientras la inversión de la empresa UPM, con una segunda planta de celulosa (la tercera en el país), podría significar un gran impulso para la economía, el gobierno espera en estos días, la aprobación de algunos proyectos como el de trasparencia fiscal, un proyecto que establece controles más estrictos, que ya fue sancionado en diputados a la espera de su sanción definitiva en el senado.
Uruguay ha firmado convenios multilaterales promovidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el proyecto, que se enmarca en ese compromiso, determina la obligación de los bancos, fideicomisos y fondos de inversión de informar sobre los saldos y rentas en cuentas bancarias de residentes y no residentes.
Sobre este aspecto se aclara que el Ejecutivo “podrá excluir de la obligación de ser informadas cuentas que resulten de bajo riesgo fiscal en atención a su naturaleza y monto”.
Al regreso de su viaje acompañando al presidente Tabaré Vázquez en su gira por Europa, se espera que el ministro de Economía, Danilo Astori, realice un balance y cierre del año 2016, con anuncios y el establecimiento de perspectivas para el 2017.
