Con los votos a favor únicamente de los legisladores del Frente Amplio, la Cámara de Senadores dio ayer la aprobación final al proyecto de ley que modifica las franjas de aportes del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS). La iniciativa forma parte del ajuste fiscal que implementará el gobierno desde enero de 2017.
Tanto el mínimo no imponible del IASS como la tasa impositiva de la primera franja (10%) no sufren variaciones. En el segundo tramo —de $ 50.101 a $ 167.000— se aumenta el aporte del 20% al 24%, mientras que para las jubilaciones superiores a $ 167.000 se sube de 25% a 30%. El gobierno prevé una recaudación adicional de US$ 25 millones anuales con esos cambios.
El proyecto había sido incluido en la Rendición de Cuentas junto al aumento del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pero luego el gobierno decidió enviarlo en forma independiente para evitar una posible acción de inconstitucionalidad.
Al igual que cuando se votó en la Cámara de Diputados, los legisladores de la oposición rechazaron la iniciativa y denunciaron que afectará los ingresos de unos 55.000 jubilados. El senador del Partido Nacional, Álvaro Delgado, dijo a El País que la medida «es inconveniente, inoportuna y tremendamente injusta».
Agregó que los cambios al IASS forman parte «del ajuste fiscal descubierto» del gobierno junto al aumento del IRPF y el impuesto para los jubilados militares. Además, subrayó que existe «un ajuste fiscal encubierto» mediante el aumento de las tarifas públicas y la no reducción del precio de los combustibles.
Otro punto de debate se centró en las deducciones al impuesto. Durante el tratamiento en la Comisión de Hacienda, del Senado la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu) planteó incluir deducciones como tiene el IRPF —por aportes o por hijo menor a cargo—, pero la propuesta no fue tenida en cuenta. Delgado cuestionó que «solamente» se permita a los pasivos descontar hasta un 6% del alquiler.
Esto ya había sido descartado en comisión por representantes del Ministerio de Economía, que señalaron que «la idea es mantener el diseño de las franjas en el sentido de que esto no acompañe la misma lógica que tiene la estructura del IRPF».