La Riqueza en el Uruguay de hoy

Resultan muy elocuentes los números revelados por un trabajo del economista Mauricio De Rosa denominado «La distribución de la riqueza en Uruguay. Una aproximación por el método de capitalización» presentado en la VIII Jornadas de la Red sobre Desigualdad y Pobreza de América Latina y el Caribe, Capítulo Uruguay, realizadas en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la  UDELAR, entre el  5 de Octubre y 6 de Octubre del 2016.

Según este estudio, los uruguayos generan anualmente una riqueza que ronda los US$ 100.000 millones. El 62% de ese capital va a manos del 10% más rico de la población. A su vez, la cuarta parte de la renta neta está en manos del 1% más rico, y más de la mitad de ese 25% pertenece al 0,1% de la población más rica, un grupo selecto que De Rosa estima en unas 2.500 personas aproximadamente.

Respecto a la concentración de la renta observada en este estudio, el investigador la considera «muy alta» en comparación con los ingresos anuales de los uruguayos, tabla en la que el 1% más favorecido obtiene  el 14% de los ingresos totales, mientras que de la renta el 1% de la población obtiene el 25%.

Además, afirma el economista De Rosa, que cruzando datos de ambas bases, se puede concluir que hay, ya no 2500 personas, sino  «unos mil y pico” de pudientes que concentran la mayor parte de los ingresos y la riqueza del Uruguay.

El tipo de riqueza peor distribuida es la empresarial, ya que en cualquiera de sus formas de cálculo — por capitalización promedio, por secciones de empresas y por naturaleza jurídica— el 1% más rico obtiene el 99% de la renta neta generada en un año. A su vez, casi el 90% pertenece al 0,1% superior.

A modo de conclusión, el investigador a cargo del estudio consideró que los resultados respecto a la concentración de la riqueza en el Uruguay «están alineados con lo que esperábamos» en base a estimaciones preliminares y otros estudios realizados sobre el tema.

Revisando éstos datos, publicados muy discretamente por la prensa uruguaya, cómo para que no despierten mucho interés, lo primero que pienso tienen tono de exclamación: ¡Qué lejos estamos de los objetivos artiguistas de equidad y  justicia social sintetizados en la frase: “Que los más infelices sean los más privilegiados”!

>Aníbal Terán Castromán
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