Esta mañana sesionará el Plenario Nacional del Frente Amplio para abordar dos temas de suma importancia para la fuerza política: reforma constitucional y actualización ideológica.
El FA se encamina a abordar la posibilidad de impulsar la reforma de la Constitución y en la instancia de hoy no está en la agenda discutir sobre los contenidos sino que se debatirá sobre el mecanismo a utilizar para promover dicha reforma. No hay garantía que esta mañana se llegue a un acuerdo. En este caso hay varias propuestas: dos para tomar posición inmediatamente: recurrir a la Convención Nacional Constituyente o ir hacia una consulta popular en la fecha en que se realicen las elecciones nacionales de 2019. En tanto, habría una tercera alternativa, que están sustentando las bases, que es diferir en el tiempo la resolución sobre el mecanismo a utilizar y ser tratado en noviembre en el Congreso Nacional del FA.
Sobre el tema reforma de la Constitución, el presidente del FA, Javier Miranda señaló que impulsar y aprobar una reforma debe superar al FA y reunir apoyos de otros partidos. Dijo ser partidario de impulsar los cambios constitucionales si hay consenso en la clase política de ir por algunos cambios. En tal caso, señaló que el proceso de reforma no debe restringirse a un solo período y dijo que la reforma de 1917 tuvo una discusión y análisis que llevó más de 10 años.
Fuentes de la interna del FA consideraron que no es muy probable que en este período se concrete una reforma de la Constitución pero sí la definición del mecanismo para llevarla adelante.
A través de una ronda de contacto en la interna del FA, habría una mayoría de sectores que se vuelcan por el mecanismo de recolección de firmas y la puesta a consideración popular de los proyectos de reforma en la fecha de las elecciones nacionales de 2019.
En esa postura está la Vertiente Artiguista y el Nuevo Espacio. Habría otras agrupaciones en la interna frenteamplista que se volcaría por esta opción por considerar que es menos riesgosa que convocar a una convención nacional constituyente que implicaría una elección nacional en el año 2017 para elegir los constituyentes que redactarían los proyectos de reforma y otra votación para el 2018 para definir por los proyectos presentados.
El Partido Socialista, Casa Grande y el PVP están de acuerdo con el mecanismo de la Constituyente.
Fuentes de la Vertiente Artiguista reconocieron que la elección de los constituyentes y una posterior presentación de proyectos es un mecanismo muy democrático pero que puede ser muy riesgoso para los intereses del Frente Amplio y para determinar el tipo de reforma que elija la población.
Se tiene el temor que ir por este camino de dos votaciones a nivel nacional en dos años continuos, podría ser mal interpretado por la población que pudiera estar saturada de procesos electorales reiterados en el tiempo. También podría pasar que el año próximo, si se convoca a elección de la Convención Nacional Constituyente, el FA no obtenga la mayoría y los proyectos sean encausados por la oposición. “De ser así, la propuesta de reforma que resulte electa podría llegar a ser peor a la vigente”, indicó el dirigente Enrique Rubio.
El expresidente José Batlle y Ordóñez impulsó una reforma de la Constitución a través del mecanismo de la Convención Nacional
Constituyente pero el Partido Colorado quedó en minoría en la elección realizada el 30 de julio de 1916 y no pudo aprobar el paquete de propuestas que impulsaba. En este caso el Partido Nacional y un sector del Partido Colorado hicieron una alianza para aprobar una serie de proyectos.
Asamblea Uruguay es la única agrupación que explicitó su posición contraria de aprobar una reforma de la Constitución en el presente período.
Documento programático
El otro punto que se abordará hoy será la entrega de un documento titulado “Principios y valores compartidos del FA” a fin de abordar el proceso de actualización ideológica en el Congreso Nacional a desarrollarse en el mes de noviembre. Este insumo fue aprobado por la casi totalidad de los integrantes de la Comisión redactora. El PVP fue la única agrupación que rechazó el documento por entender que el FA no puede limitarse a definir una propuesta ideológica. Considera que en el FA conviven distintas corrientes ideológicas y que esa diversidad es lo que enriquece a la fuerza política.
El documento hace foco en aspectos relacionados con valores relacionados con la transparencia y la ética en la gestión. Enfatiza que para la izquierda, el ejercicio del gobierno y del poder debe sustentarse “en la austeridad, la honestidad y el cumplimiento de lo comprometido con la ciudadanía en el programa”. Así también alerta que el FA debe hacer un monitoreo permanente ante la eventualidad de casos de “clientelismo, corrupción, corporativismo y toda forma del ejercicio del poder para fines personales o de grupos de privilegio”.