El 70% de los secretarios de los legisladores son «pases en comisión» por lo que los sectores se ahorran sus salarios y aportes.
Mes a mes, cada uno de los 130 legisladores percibe, aparte de su salario, una partida de $ 117.629 pesos. El destino es para afrontar los “gastos de secretaria” que le insume su labor parlamentaria.
Con ese dinero se debería afrontar los salarios de los asesores o secretarios que trabajan en su despacho.
Pero en los hechos, esa partida queda en manos de los sectores partidarios, que se encargan de recolectarlo directamente desde Tesorería del Poder a Legislativo.
A partir de la polémica entre el diputado Jorge Orrico y Asamblea Uruguay, por el pago de los aportes a la que fuera secretaria del legislador por más de 20 años, ECOS pudo saber que se trata de una práctica común.
El tema era el comentario principal este martes en los pasillos del Parlamento. Todos los partidos admitieron utilizar este mecanismo. Y todos se preocuparon por dejar en claro que “están al día y tienen en caja” a sus empleados.
De esa manera el sistema político con representación parlamentaria recauda por mes una cifra superior a los 15 millones de pesos que no se destina en su totalidad al destino para el que es otorgado.
Cada legislador puede tener en su despacho hasta cinco funcionarios “en comisión”. Según los datos recabados por ECOS, siete de cada diez secretarios están en esa condición.
Por lo tanto, sus salarios y aportes previsionales corren por cuenta del organismo público del que son funcionarios.
La «partida de secretaría» es destinada entonces a pagarle un “complemento” a los funcionarios “en comisión” para que, dependiendo de lo que perciben en su organismo de origen, todos terminen cobrando lo mismo.
Los sectores a su vez se encargan de abonarle al resto de los secretarios contratados en forma directa, como en el caso de la secretaria de Orrico.
Se trata de salarios que en ningún caso superan los 25.000 pesos.
Bajo reserva, todos los partidos admiten que el grueso de la partida es destinada a “trabajo político”, y cobra una relevancia fundamental en el caso de los grupos con pocos legisladores.
En la tarde del martes, Asamblea Uruguay marcó su posición oficial sobre la polémica con Orrico, a través de un comunicado, en donde el sector liderado por Danilo Astori comienza aclarando que “no es un tema para discutir a través de los medios”. Se expresa que el reclamo de la secretaria del ex legislador es “netamente administrativo que se resolverá en el ámbito del Banco de Previsión Social”.
El comunicado afirma que “los secretarios de los legisladores son dependientes de las personas y no de la organización política”.
Al respecto el diputado José Carlos Mahía explicó a ECOS: “cuando ingresamos al Parlamento renunciamos a la partida de secretaría en favor del sector”.
Apuntó que, de todas formas, ”el que tiene la última palabra para definir cuánto se le paga a cada secretario es el legislador respectivo”.
Otras partidas
Los sectores también se encargan de administrar los 28.186 pesos que cada legislador percibe por mes en concepto de “gastos de bancada”. Con esta partida se hace un “fondo común” para los gastos de secretaria y difusión de cada sector político.
Los senadores y representantes reciben además por mes 29.455 pesos por “gastos de representación”, y una “partida de prensa” de 22.930 pesos.
Para “fotocopias” reciben 1.040 pesos mensuales y, dependiendo del caso, otros extras de 802 pesos por “hogar constituido”.
El salario nominal de cada diputado es de 175.000 pesos, que asciende a 220.000 en el caso de los senadores.
