El informe mide también el nivel de autoritarismo en las sociedades latinoamericanas
El apoyo a la democracia tuvo una «caída abrupta» de ocho puntos porcentuales en Uruguay entre 2015 y 2016, según reporta el Latinobarómetro difundido este viernes: 68% contestó que sí a la afirmación «la democracia es preferible ante cualquier otra forma de gobierno». El resto respondieron que «da lo mismo un gobierno democrático o uno autoritario» o que «en algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático».
El año pasado 76% de los uruguayos respalda la democracia y en el año 2009 lo hacía 82%
«Uruguay ha sido históricamente el país de América Latina donde el apoyo a la democracia es más alto, por lo que esta caída abrupta llama doblemente la atención. En 2016 Uruguay alcanza su punto más bajo en el apoyo a la democracia en 21 años (68%). Habrá que mirar en detalle la evolución de ese país para comprender las causas de este fenómeno», señala el reporte realizado por la Corporación Latinobarómetro y que mide desde 1995 no sólo la democracia sino también la libertad, el orden, el autoritarismo y los pedidos de «mano dura» por parte de la población de toda América Latina.
El trabajo, que en Uruguay fue realizado por la consultora Equipos, también mide el autoritarismo. El 41% de los uruguayos contestó que «no le importa si un gobierno no es democrático si resuelve los problemas», 10 puntos más que hace ocho años. Ante la misma pregunta, en 2008, 31% contestó que estaba de acuerdo con esa afirmación y en 2004, 32,5%.
Otro dato que revela el informe son los pedidos de «mano dura» en distintas partes de la región. «Hay demanda de mano dura no sólo en Centroamérica, donde se registra un alto grado de autoritarismo político, sino también en países del Cono Sur», dice el informe. La lista la lidera República Dominicana, donde 82% de la población lo pide.
Pero Uruguay el salto es enorme. En 2016 71% respondió que «no viene mal». En 2004, 45,8% creían eso y 45,9% consideraba que «no es buena» la mano dura. En 1995, el indicador era aún más bajo: solo 32,2% creía que «no viene mal» la mano dura. Por tanto en 21 años el salto es de 39 puntos porcentuales.
El estudio también analiza la dicotomía que se plantean las sociedades entre «orden» y «libertad». Si se toma el promedio de toda América Latina, «en la última década ha disminuido desde el 60% (2006) al 52% en 2016 la demanda por una sociedad ordenada a costa de la disminución de libertades.
Pero en Uruguay es al revés: hoy 58% prioriza el orden (10 puntos más que hace 10 años). Este año, 39% dijo que prefiere vivir «en una sociedad donde se respeten todos los derechos y libertades, aunque haya algún desorden». En 2006, 46% prefería eso.
>Fuente: elobservador.com.uy