Un grupo de vecinos de la ciudad de Treinta y Tres está preparado para recibir el próximo martes a una delegación de la DINAGUA encabezada por su director Daniel Greif, que llegará a informar sobre el Plan Nacional de Aguas. Es probable que los visitantes se sorprendan al ver a la comunidad olimareña en actitud informante, cuando lo que se espera de este tipo de reuniones es que el público concurra en actitud pasiva y su participación no vaya más allá de alguna pregunta o un breve comentario.
Estos vecinos de Treinta y Tres consideran que la oportunidad debe ser aprovechada para informar a los técnicos del organismo encargado de custodiar los recursos hídricos del país, por lo que no asistirán como oyentes sino como exponentes. Esa postura es resultado de su convencimiento de que los expertos que elaboraron el Plan Nacional de Aguas, necesitan enterarse de algunos aspectos de la realidad que desconocen o minimizan.
En reunión realizada el pasado viernes 26, estos vecinos se distribuyeron algunos temas para participar ordenadamente. A manera de adelanto podemos mencionar algunos:
Luis Pereira y Heber Espel, productores rurales, informarán sobre la problemática que genera la represa Corrales en las zona limítrofe de los departamentos de Treinta y Tres y Lavalleja, partiendo de su experiencia personal de ver sus campos perjudicados por el manejo del agua que beneficia al importante grupo arrocero que construyó la mencionada represa.
Claudia Spagnolo, vecina de la zona céntrica de la ciudad, llevará muestras de los filtros que usa en su casa y que cada vez tienen que cambiar con mayor frecuencia debido a la mala calidad del agua potable que suministra OSE. Helena Segovia, vecina de Villa Sara, hablará sobre los padecimientos de esa población durante años ante el exceso de cloro en el agua, causante de malestares digestivos y la decoloración de la ropa. También del derrame de aguas servidas al río Olimar debido al mal diseño de una cámara séptica en el complejo de viviendas de esa localidad.
Aníbal Terán, periodista, hablará sobre las fallas de comunicación cuando se realizan audiencias públicas o reuniones informativas sobre temas ambientales, como si fuera la intención que éstas pasaran desapercibidas. Betina Ramírez, contadora, expondrá sobre las pérdidas originadas en el daño ambiental que tiene altos costos que suele pagar la comunidad para subvencionar el beneficio de empresarios. Sergio Chevataroff, técnico forestal, pedirá la palabra para hablar de protocolos ambientales que no se respetan en nuestro país a pesar de que están explicitados en las normas vigentes.
Hay otros vecinos que confirmarán en las próximas horas si podrán asistir para hablar de inundaciones en el barrio Nelza Gómez debido a recientes obras de infraestructura, incoherencias entre programas ecologistas como este Plan de Aguas y el impulso al modelo forestal celulósico, la extracción abusiva de arena en los cursos de agua del departamento, la amenaza de proyectos cementeros a fuentes de agua de alta calidad en la sierras del Yerbal, entre otros temas.
Como se puede apreciar, el señor Greif y sus asesores no se presentarán ante un auditorio complaciente, sino ante una comunidad movilizada. Cabe mencionar que este grupo organizado de vecinos no aceptará el mecanismo de presentar las preguntas por escrito que se suele emplear para la participación del público en este tipo de instancias, por entender que eso les dejaría en desigualdad de condiciones frente a los expositores visitantes.
Esperemos que la reunión del próximo martes sea fructífera saliéndose del formato habitual con un auditorio protagonista, crítico, denunciante y demandante. Que a su regreso a Montevideo la delegación deba reportar que a orillas del Olimar hay un pueblo que se siente responsable, conoce sus derechos, y está movilizado.
