AQUÍ NO PASO NADA

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En menos de una semana el país perdió en dos accidentes aéreos a cuatro pilotos. Que si era el destino o no. Que es lo que pasa con las almas de esos muchachos, es todo un tema para desglosar en otros artículos que se dediquen específicamente a eso. Ese tema y los colaterales me atraen mucho.

Pero como ciudadana de un  país que no asume sus problemas, los tiene delante y no los ve, la tiene clara pero no encara, siento la responsabilidad de manifestar mi indignación ante la actitud  corporativa del ejército que a través de sus autoridades. “Para los pilotos, la muerte no existe” fue la expresión de un jerarca.

Hace pocos años murieron varios pilotos uruguayos en Haití. Fue una tragedia. En la televisión se veía un homenaje con la siguiente frase “Los pilotos no mueren. Solo vuelan más alto”.

¿De dónde salió ese destello de espiritualidad? De alguna manera hay que tapar algún agujero. El agujero negro de los vehículos obsoletos y de los “entrenamientos” que han conducido a la muerte a más de un militar.

Un jerarca manifestó con total tranquilidad que todo avión o helicóptero que vuela es porque está en condiciones, es decir, no tiene falla. Es como que afirmáramos que en las rutas, todo lo que circula, si está circulando es porque está en buenas condiciones. Y bien que sabemos que no es así.

Gente que esta o ha pasado por la escuela militar sabe que todo el material para los entrenamientos es viejo, obsoleto y por ende, muy peligroso. Los fusiles para prácticas de tiro, hasta hace poco, eran los empleados en la guerra de las Malvinas, de muy riesgoso manejo.

El helicóptero que se accidento en Carrasco, fue comprado a Estados Unidos en la década de los 60. Y un jerarca, para levantar el ánimo de los efectivos de la Fuerza Aérea se hizo conducir en otro helicóptero idéntico al del accidente. ¿Qué quiso demostrar? Aquí no pasa nada.

Pero hay familias que no se  resignan a esto. Hay un juicio en curso por familiares de un militar que murió en un aterrador entrenamiento en Minas y otro caso que hace poco fallo el paracaídas y también  murió.

Todas las muertes evitables preocupan. También la  de los jóvenes en accidentes de tránsito y la de los trabajadores que fallecen en accidentes de trabajo por falta de previsión.

>María Ángela Pereira Ramírez