El Frente Amplio anunció este martes de tarde que se llegó a un acuerdo con los cuatro diputados “rebeldes” y estarán los 50 votos en la Cámara de Diputados para aprobar el artículo 6 modificado de la Rendición de Cuentas que establece recortes en el presupuesto nacional para el 2017.
En conferencia de prensa, la coordinadora de bancada de diputados del FA, Orquídea Minetti, anunció el acuerdo y dijo que se llegó a él luego de que el presidente Tabaré Vázquez planteara que después de votar la Rendición de Cuentas se creará un ámbito de discusión sobre todas las propuestas que plantearon los diputados con el objetivo de conseguir más recursos para la educación.
El prosecretario de la Presidencia Juan Andrés Roballo, en representación del gobierno, dijo que para acordar la votación del artículo 6 «se hizo un gran esfuerzo en materia financiera y política que incluye 850 millones de pesos para asistir a la educación en 2017».
La propuesta original del gobierno era postergar para 2018 unos 1.500 millones de pesos del presupuesto educativo asignados para 2017, pero luego de arduas negociaciones durante seis días se reasignaron recursos dentro de la Rendición de Cuentas y el recorte bajó a 650 millones de pesos.
«Y se incorporó un elemento muy positivo que tiene dos aspectos: diversos sectores del Frente Amplio hicieron propuestas para financiar la educación en los años venideros, y entonces el presidente de la República propuso un ámbito de trabajo conjunto después de aprobada la Rendición de Cuentas para analizar la viabilidad de aplicar esas propuestas», agregó Roballo.
«Nos alegramos de llegar a un acuerdo de estas características», dijo Roballo, porque «se crea una forma de trabajo para el futuro con el fin principal de mejorar los recursos de la educación».
«La educación nunca dejó de ser prioridad, lo fue en el programa y en la ley de presupuesto», destacó Roballo.
IMPUESTOS. Los diputados «rebeldes» dijeron que entre las propuestas que se analizarán con el gobierno para conseguir más recursos para la educación está la posibilidad de subir impuestos a empresas y las grandes ganancias, y aplicar IVA a los juegos de azar.