Isla Patrulla
“ Como yo la siento” Nybia Caétano
La presentación del libro tuvo lugar el día 10 de junio del corriente año en casa de la Cultura.
Estuvieron presentes autoridades, familiares, amigos, así como también escolares y vecinos de esa Localidad.
La escritora Nybia Caétano nos contó acerca dicha realización.
-No la olvido nunca, porque yo no nací en el pueblo, nací en el campo, pero mi padre fue comisario, “como un chiste de él”, porque tenía que atender su hacienda, su campo y todo, después empezaron a venir hijos, tuvo que dejar la comisaria, pero él decía mis milicos a unos amigos que habían sido sus soldados, policías, gente de confianza que lo seguían, iban a casa, se sentaban a la mesa y era todo un rito, una grana mistad había.
-Yo mamé eso de la amistad, de querer a la gente, ese concepto de que la gente de campo es buena, es trabajadora, son buenos vecinos, se preocupan por la familia, eso lo mamé de mi padre, allí en la casa sonaban las guitarras todo el día, él tuvo paciencia , tuvo 10 hijos y a los diez nos enseñó a tocar la guitarra, yo toco todavía una milonga y un valsecito que él me enseñó, y cantar, cantábamos todos, mamá daba el tono por niños y el buscaba en la guitarra el tono, tengo recuerdos hermosísimos de todo eso y siempre dije que era de Isla Patrulla porque es el paraje y después me dio esto de investigar y estoy muy feliz porque he conocido gente maravillosa.
-Este hombre del “Rincón de los matreros” sale en álbumes internacionales como coto de caza en el Uruguay, en Isla Patrulla junto con lo que hay en Escocia, en La Patagonia, en Córdoba, en Francia, en Inglaterra, el Castillo Chambord que yo hablo en este libro de él, era un coto de caza de Francisco I y ellos tienen ahí un lugarcito (ahora es un hermosísimo Castillo), tienen un ala del Castillo que es la sede del coto de caza de ellos, eso es en Francia y lo hace un hombre en Francia que se ha venido a Uruguay, se enamoró de Uruguay, tiene ese coto de caza, hay que leer el libro para ver lo que hace la gente por nuestro País, entonces nosotros tenemos que hacer cosas por nuestro País.
-Tenemos un gente preciosa que trabaja acá, no es toda la gente negativa y que destruye, conozco mucha gente que ama y construye y me encanta eso, mis compañeros de taller y de la federación y todos los que me conocen saben que he traído tres excursiones acá y les he mostrado las estancias y como trabaja la gente, ahora me están pidiendo que los lleve a la quebrada, que los traiga al coto de caza, que los traiga de nuevo y ahora que salió la estancia dónde se reunió Aparicio Saravia en 1904 antes de la batalla todos quieren ir a conocer esa casa y bueno si podemos para noviembre armar una excursión lo haré.
-Con gran entusiasmo Nybia prosiguió; les cuento historias, vivo hablando de historia, además me reúno con un grupo de historiadores los sábados, que son profesores en la facultad de Montevideo o escritores, hay uno que investiga las misiones, hay otro que investiga los cercos, entonces yo aprendo de ellos también, a veces meto la cuchara y digo cositas también, porque yo leo mucho.
-Les cuento estas cosas porque la gente se quiere más ahora y tenemos que fomentar eso, que la gente se quiera, no fomentar el odio, tenemos que fomentar que la gente se quiera y que se valores, defectos tenemos todos, dejemos correr los defectos, todos somos diferentes y todos tenemos defectos, yo la primera pero bueno la vida es eso, rescatemos lo bueno.
-El trabajo con la escuela es divino, siempre voy a la Escuela, desde mi primer libro, voy, les hablo y les digo cosas y también estoy fomentando el árbol genealógico en cada familia porque los niños deben saber que no son una hoja que vuela y nadie sabe lo que hace, entonces no venimos de la rama de un árbol, estamos en ese árbol y nos están mirando como obramos, hay que darles el concepto de familia a los niños, ellos me miran y les gusta y ahora escribieron de los abuelos, eses precioso lo que hicieron, recordaron y ahora me cuentan cosas de sus abuelos, claro, porque hay que hacerles valorar la familia porque si no somos una cosa perdida en el aire, todos pertenecemos a una familia.
[Por datos para la obtención del libro comunicarse directamente con Nybia Caétano]