EL CAMINO DE SANTIAGO (V)

EL CAMINO DE SANTIAGO (V)

Con el grupo que me toco viajar me sentí muy bien y muy integrada. Había compañeros de Galicia, Madrid y Palencia. Era evidente la interrupción de la conversación para preguntar por palabras o expresiones que no comprendía.

En el primer día, cuando faltaban pocos kilómetros, ol organizador del viaje nos dijo “lo tenemos chupao al camino”, era una manera de decir que se nos había hecho más fácil, capaz que nosotros diríamos “agarrado”.

Los 30 km los hacíamos en 9 hs y media aproximadamente. Para sacar esa cuenta pensé en los momentos que habíamos parado en bares o refugios. Tal vez 9 hs y 20 minutos. Comenzábamos 8:40 y culminábamos  después de las 18.

El cansancio y los obstáculos hacían más lento el camino que se parecía mucho a la vida con alegrías y dificultades.

Cada día, salíamos todos juntos. Pero después nos empezábamos a separar porque cada uno “cogía su ritmo”. Si alguien no se sentía bien llamaba al teléfono del encargado de la empresa y era recogido de ese lugar.

El camino está debidamente señalizado con mojones y flechas de color amarillo. En los mojones están los kilómetros y los metros. Esta dibujada la Viera o concha del peregrino. En las ciudades las flechas están en el piso, en las paredes.

Dicen que Mayo es un mes ideal para hacerlo y también el otoño. Se hace también en verano. En el mes de julio (equivalente a nuestro mes de enero) colapsan las rutas y los albergues. Es además, la fecha del santo (25 de Julio)

>Maria Angela Pereira Ramirez
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