Como dice la letra del tango. La historia vuelve a repetirse. Mientras los políticos se insultan, entran en discusiones ordinarias y le hacen el juego a los medios de comunicación sensacionalistas, un vecino de Treinta y Tres deambulo durante 13 horas por distintos centros asistenciales que por distintas razones, no lo recibían, hasta que luego de estar internado en un mutualista, por desgracia, murió. Hay algo que queda claro. Si hubiera sido atendido a tiempo, lo tendríamos entre nosotros. Y si aun así hubiera fallecido, no habría sido por falta de atención. Sino por descompensaciones que tienen las personas, pese a los esfuerzos realizados. Como seres humanos tenemos que entender, que en muchas ocasiones los médicos hacen todo lo posible por salvar una vida, y no lo consiguen. Pasa hasta en el mundo desarrollado.
Lo que sucede en las sociedades desarrolladas, es que reducen los errores, que entre nosotros, son moneda corriente y nos hemos acostumbrado a la cultura del error. Naturalizamos todo.
¿Qué autoridad de la salud tendrá el valor de salir a explicar la situación? ¿De quién o de quienes es la responsabilidad de que este vecino no haya sido atendido en tiempo y forma? ¿Cómo es posible que una capital departamental este sin ecografista?
Escuche un reconocido programa radial de nuestro medio y luego leí la información en un periódico local. En la ciudad de Vergara la atención fue la adecuada, incluso los vecinos que se enteraron y llegaron al lugar colaboraron en lo que pudieron. ¿Cómo es posible que un Hospital Regional no tenga “personal o recursos”? (según pude leer)
Al parecer hubo falta de coordinación entre las personas responsables de tomar decisiones. Las primeras decisiones que se tomaron en el lugar del accidente fueron las correctas. Pero luego entro a fallar todo lo demás. La familia reconoce la labor de los profesionales que actuaron bien en los distintos lugares donde estuvo el paciente. Como ciudadana y como ser humano quiero rescatar la labor de la gente que hace las cosas bien desde las posiciones más humildes hasta las más encumbradas. Pero hubo carencias graves y/o no se tomaron las decisiones correctas.
En otros artículos hablaremos de la cultura del error y del escaso compromiso que tienen muchas personas con su trabajo.
>Maria Angela Pereira Ramirez