Puntazo

Nacional termino empatando en el Gigante de Arroyito su primer encuentro por la Copa Libertadores ante Rosario Central, un partido que tuvo en el bolsillo y se le escapó al final, pero que analizándolo fríamente, se trajo un punto muy importante de la vecina orilla.

El partido comenzó como muchos lo esperábamos, Rosario Central controlaba la pelota, administraba el juego y sin prisa aunque sin pausa buscaba un hueco en la defensa tricolor. El canalla mantenía la posesión, distribuía el balón, manejaba el juego pero no lograba invadir la última zona alba, pero tampoco lo preocupaba, Central asumía el partido con paciencia. Nacional en cambio sabía que no iba a tener el control del balón que acostumbra a tener en el futbol uruguayo y se plantó. Con presión alta e incesante, el tricolor molestaba el juego canalla y buscaba el error para lanzarse rápidamente al ataque. Tanto en la recuperación de la pelota en mitad de cancha, como desde la salida en el fondo, Nacional busco persistentemente los ataques rápidos, buscando tanto la subida de Sebastián Fernández, como los rápidos embates de Nicolás López. El partido era claro, las cartas estaban sobre la mesa. Era el control y la paciencia local, contra los rápidos contragolpes tricolores.

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Comenzando el segundo tiempo ambas actitudes cambiaron un poco, primero Rosario Central paso de la paciencia a la apatía, el canalla controlaba pero no lograba penetrar, y de tanto esperar paciente se quedó sin ideas, perdió ritmo y desdoble, esto lo alejo mucho del arco de Conde. Frente a esto Nacional aprovecho, mientras el canalla parecía dormirse, el tricolor subió el listón, sin cambiar la receta, busco los embates rápidos, pero además logro posicionarse en cancha rival muy cerca del área que defendía Sebastián Sosa. Nacional tuvo varios buenos minutos, algunas jugadas muy interesantes hasta que echo mano a su carta de definición, “los delanteros están para hacer goles” dicen muchos en el futbol, Nacional sabe mucho de eso, salió de Iván Alonso para disfrutar de Nicolás López que con pocos partidos ya ha hecho festejar al hincha muchos goles, el Diente tuvo su oportunidad y la aprovecho, Nacional pasaba a ganar el partido que se preveía más difícil de la fase.

Recién en el gol tricolor despertó la reacción local, que primero fue de sorpresa, Rosario no entendía como un partido que parecía controlado, se les escapaba, el canalla esperaba paciente su gol, pero el gol apareció en su arco, el rosarino reacciono saliendo desesperado a recuperar el control, el vigor que no tuvo antes del gol de Nacional, lo aplico en demasía después, se volvió impreciso y se quebró, sobre el final, Rosario recupero la calma, el juego y Nacional lo paso mal. Dos pelotas que saca Espino con un Conde batido, otra que saca Porras, y algunas que pasaban besando los caños hicieron temblar al tricolor. Una pelota que da en la mano de Espino parecía un penal claro, pero el árbitro lo desestimo, luego cae un jugador canalla en el área dudosamente empujado por Victorino y el árbitro ve penal, justo en la hora, llega el empate canalla.

Nacional miraba el reloj saboreando una victoria, eso hace que el empate tenga sabor amargo. Pero lo cierto es que Nacional empato el partido que en lo previo se definía como el más difícil de la fase, un partido donde durante los 90 minutos pudo recibir varios goles. Nacional se trajo un punto enorme.

SOBRE NACIONAL

El tricolor mostro las armas habituales que viene mostrando en el futbol uruguayo, vértigo en su ataque, posesión en la última zona cuando tiene oportunidad, y por supuesto la contundencia de su ataque. Pero además el equipo de Munua mostro inteligencia, que leyó muy bien el partido, entendió las virtudes y la jerarquía del rival y propuso un partido que más se acercara a sus posibilidades.

SOBRE ROSARIO CENTRAL

El canalla es un muy buen equipo, en Argentina dicen que es el mejor de la vecina orilla, tiene buen trato de la pelota, buen manejo de los tiempos, pero cruzo esa delgada línea entre ser paciente y dejarse estar, entre esperar la oportunidad y asumir la oportunidad, esa delgada línea que quiebra a los equipos cuando las cosas se desvían del plan. Rosario se llevó una sorpresa, pero es un equipo para tener en cuenta, cuando la copa, recién empieza.

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