Un partido que comenzó bastante impreciso pero que poco a poco Peñarol fue controlando, con una idea futbolística clara, aunque con algunos problemas en su ejecución. Peñarol pasados los primeros minutos del partido fue tomando el control del balón, moviéndolo mucho entre sus jugadores, ganando terreno en la cancha y buscando los espacios para invadir el área rival. A los 16 minutos, luego de varios embates mirasoles una pelota que buscaba a Murillo, terminó haciendo carambola y quedándole al mismo para definir, Murillo en la primera pelota que toco como jugador de Peñarol marcó. Esto hizo que Peñarol buscara afianzar su idea, su estilo, con la calma del resultado a favor. El Tanque nunca pudo salir de ese dominio, a excepción de un par de minutos promediando el primer tiempo, cuando logro controlar la pelota, poner en una situación incómoda al equipo de Da Silva y asediar el arco custodiado por Guruceaga.
Los 35 minutos salió el pizarrón, Forlán volcado a la izquierda puso una pelota filtrada para Aguiar frente al área por el centro que disparo rasante contra un palo y concreto un bonito gol, Peñarol lograba tranquilidad mientras El Tanque veía como antes de terminar el primer tiempo disminuían mucho sus chances y se le escapaba el partido.
El segundo tiempo prácticamente sobro, Peñarol bajó la intensidad, busco manejar el partido, controlar la pelota, no meterse en problemas y buscar alguna oportunidad para cerrar el partido, El Tanque no se pudo encontrar con la globa, tuvo alguna oportunidad en el comienzo que desperdicio y muy poca cosa más. Cabe decir que Naithan Nandez debió ser expulsado, mas allá de llegar tarde choco fuerte y con su pie a la altura de la rodilla.
DE PEÑAROL
Mostro una clara intención de tener la pelota, jugar en horizontal, calmado y buscando paciente su oportunidad, en esa intención tuvo varios problemas en la ejecución, imprecisión, previsibilidad pero por sobre todas las cosas perdió mucho en la contención, cuando Peñarol perdía la pelota estaba muy incómodo en el partido. Murillo llego y convirtió, se ganó el ojo y el corazón del hincha y en un equipo con tanta histeria como Peñarol seguramente esto le dé una cuota de tranquilidad a futuro.
DE EL TANQUE SISLEY
Muy poca cosa, un equipo con pocos recursos futbolísticos, al que le costó mucho hacerse de la pelota, poder tomar control del partido y cuando lo hizo, tuvo muchas imprecisiones, la ansiedad le jugó una mala pasada y fue muy poco efectivo, no solo para marcar sino también para lograr jugadas de peligro claras.