TRANSPLANTE
Darek Fidyka fue paralizado del pecho para abajo debido a un ataque con un cuchillo en 2010, pero ahora puede caminar con la ayuda de una andador tras recibir un tratamiento, en el cuál trasplantaron células nerviosas de su nariz en su columna vertebral dañada.
Las células utilizadas para este logro, fueron extraídas del bulbo olfatorio del paciente. Estas células nerviosas son dañadas continuamente debido a los diferentes olores que percibimos y deben ser reemplazadas con regularidad, proceso en el cuál se utilizan la células especializadas envolventes olfatorias (OECs)
Las OECs proveen e camino para que la fibras dañadas dentro de la nariz vuelvan a crecer, habilitando la regeneración continua de los nervios cercanos. El equipo de investigadores utilizó esta cualidad única de regeneración para reparar las células dañadas en la columna vertebral.
Para el tratamiento primero se removió uno de los bulbos olfatorio de Fidyka y se cultivó en un laboratorio para generar más de 500,000 OECs, que posteriormente fueron trasplantadas en el área dañada de su médula espinal. La increíble recuperación sugiere que las OECs proveen un camino para que las fibras que rodean la lesión puedan volver a unirse, formando una especie de “puente de nervios” entre las orillas dañadas y la médula.
Los científicos creen que el procedimiento, publicado en la revista médica Cell Transplantation, es el avance a partir del cuál se desarrollarán tratamientos que devuelvan la esperanza a personas paralizadas por una lesión medular.
IMPLANTE
Ahora, investigadores de la Universidad de Melbourne, han desarrollado una diminuta ‘columna vertebral biónica» que puede ser implantada en un vaso sanguíneo al lado del cerebro para leer las señales eléctricas y retroalimentar a un exoesqueleto, miembros biónicos, o silla de ruedas y de ésta forma dar a los pacientes parapléjicos mayor movilidad basada en pensamientos subconscientes.
Una de las mayores ventajas del nuevo dispositivo es lo fácil que es implantar. Ya que mide 3 cm de largo y unos pocos milímetros de ancho – básicamente el tamaño de un clip – sólo requiere un pequeño corte que se hará en la parte posterior del cuello del paciente, y se introduce en los vasos sanguíneos que conectan al cerebro a través de un catéter.
na vez que golpea la parte superior de la corteza motora – donde los impulsos nerviosos que controlan la actividad muscular voluntaria se originan – la columna vertebral biónica se queda atrás a medida que se retira el catéter. Todo el procedimiento debe durar sólo unas horas, el equipo informa.
Ya implantado, los pequeños electrodos en el exterior del dispositivo se adhieren a las paredes de la vena y comienzan a registrar las señales eléctricas de la corteza motora. Entonces, éstas señales son transmitidas a otros dispositivo implantado en el hombro del paciente, que las traduce a órdenes para controlar una silla de ruedas, exoesqueleto, prótesis sintética o computadora por medio de bluetooth.
Esto no es algo que el paciente podrá hacer inmediatamente, pero los investigadores aseguran que con entrenamiento, los pensamientos deliberados acerca de mover el aparto que se requiera eventualmente será controlado subconscientemente.
Aunque ciertamente esta no es la primer tecnología diseñada para dar a los pacientes paralizados la habilidad de volverse a mover utilizando señales neuronales, el equipo detrás del implante asegura que es una mejoría debido a lo pequeño que es, ya que no requiere de cirugías invasivas o de gorras con electrodos.
El dispositivo ha sido descrito en el diario Nature Biotechnology.
>MuyInteresante