«Pastora» puso en ayuno a un niño de 2 años para «sacarle el demonio»

Aracely Meza, quien se presentaba como una profeta, recibió la pena máxima de 99 años por causarle grave daño físico a Benjamín Aparicio, de 2 años y medio, tras ordenar que fuese privado de alimentos por más de 20 días.

Las autoridades en Dallas, Texas, no pudieron realizar una autopsia porque, según testigos, los padres llevaron el cuerpo del niño a México sin notificarles.

Aracely Meza, la pastora que ordenó que un niño de 2 años pasará casi un mes en ayuno estricto para «sacarle el demonio», fue sentenciada a 99 años de cárcel en Dallas, Texas.

La fiscalía argumentó que Meza no busco atención médica para el menor incluso cuando perdió peso y se le veía claramente desnutrido. Se cree que el pequeño, Benjamín Aparicio, murió poco después de que Meza ordenara a sus seguidores no darle comida al niño.

Tras deliberar por solo minutos, un jurado la halló este viernes culpable de causarle grave daño corporal a un menor de 14 años. Horas después, recibió la condena máxima por el cargo.

El crimen ocurrió en marzo del 2015 en el norte de Texas. Meza se presentaba como pastora y profeta de la llamada Iglesia Internacional Jesús es el Rey, que operaba en una residencia de la ciudad de Balch Springs.

Durante el juicio, se presentaron videos perturbadores del maltrato que sufrió el menor y de un «rito de resurrección» cuando falleció.

Hace tres años, la policía acudió a la residencia tras recibir una denuncia anónima. Múltiples testigos afirmaron que Benjamín había muerto, luego de haber sido privado de comidas por un largo periodo. Sin embargo, los padres del menor se llevaron el cuerpo a México sin que las autoridades en Dallas fueran notificadas.

Durante el juicio, la defensa de Meza presentó un acta de defunción emitida en Puebla, México, en la que se indica que Benjamín falleció de trauma en el cráneo, el abdomen y el tórax; pero la juez en Dallas desestimó la validez de ese documento.

Meza, de 52 años, no fue acusada de homicidio, sino de haber causado daños físicos de gravedad a Benjamín, intencionalmente o por omisión o negligencia. A pesar de que el niño aparece en los videos famélico y sin capacidad para sostenerse por sí, nadie pidió ayuda, admitieron testigos.

Al menos siete adultos y 10 niños vivían en el «centro de rehabilitación».

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