«Los héroes están en los cómics o en los cementerios»

Estos son algunos consejos que la Policía está dando en sus nuevos talleres destinados a empleados de comercio sobre cómoa ctuar en caso de estar en medio de un asalto.

No mirar a los ojos a los delincuentes porque ello los pone nerviosos. Mirarlos así es retar la autoridad y la autoridad la tiene ellos.

Tras varios episodios, algunos trágicos como el ocurrido en «Super Vero» semanas atrás, la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU) y el Ministerio del Interior se pusieron de acuerdo en realizar cursos.

Los mismos son impartidos por Washington Pereyra, un oficial con 28 años de experiencia, mucha de la cual dedicada a una especialización: negociar en momentos de alto estrés con delincuentes.

Pereyra recomienda poner en modo silencio o en vibrador el celular. Cualquier estímulo es una mecha que se enciende.

No intentar fugar, no insultar, ni esconder nada, decir siempre la verdadm y responder solo lo que se le pregunt. Entregar el dinero lo más rápido posible. Si tienen el dinero se van enseguida. Si se demora la entrega, habrá toma de rehenes.

No hablar ni dirigirse al delincuente tiene un contenido estratégico: supone reafirmar su desconocimiento, evitar que se tome licencias. Usted no lo conoce, no se familiarice con él bajo ninguna circunstancia.

Los cursos comenzaron esta semana con funcionarios de supermercados Ta-Ta.

 En un tono coloquial , Pereyra dedica una hora y media a desentreñar la forma de salir con vida de un momento en el que alguien, muchas veces fuera de sus cabales, apunta con un arma y está dispuesto a cualquier cosa con tal de obtener su objetivo.

El oficial dijo que no hay que dialogar con el ladrón: «No razonan. Cualquier estímulo puede ser interpretado de mala manera. Y más si están drogados».

Hay que ser muy cautelosos. Según una crónica del diario El País, una de las máximas del curso es: «por cada acción nuestra, una reacción del delincuente».

Pereyra dijo que en general los asaltos a supermercados no son altamente planificados. Los grupos no tiene, en general, un líder definido, todos dan órdenes.

El foco de la planificación es la velocidad: debe ser antes de los tres minutos, el tiempo de respuesta d e la Policía, dijo el oficial.

«Acá no hay maniobras de salvataje. No hay héroes. Ellos están en los comics o en los cementerios», agregó.

En caso de toma de rehenes, la Policía señala que se viven tres etapas: la irrupción, el cautiverio y el rescate.

«Es posible que les pidan que se tiren al piso», dijo Pereyra. «Es la señal de que tienen el control absoluto de los movimientos».

En ese caso hay que seguir obedeciendo, no hay otra chance. «Hay que ahorrarle violencia al delincuente».

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