LO QUE REVELA UNA LECTURA ATENTA  A NUESTRA CONSTITUCIÓN

Vista de la mesa rodeada de ciudadanos interesados en tener su propia copia de la carta magna.

Organizada por el Partido Humanista, integrante de  Unidad Popular,  se cumplió este martes 1 de agosto en La casa de la Cultura de Treinta y Tres una interesante jornada de reflexión sobre el contenido de la Constitución de la República.

 

En la oportunidad surgieron algunos aspectos poco conocidos de la redacción del texto constitucional. En el capítulo dedicado a “Derechos, Deberes y Garantías” resaltan dos que tienen que ver con la vivienda y la salud, temas de enorme impacto social.

 

Sobre la salud dice el artículo 44: “El Estado legislará en todas las cuestiones relacionadas con la salud e higiene públicas, procurando el perfeccionamiento físico, moral y social

de todos los habitantes del país. Todos los habitantes tienen el deber de cuidar su salud, así como el de asistirse en caso de enfermedad. El Estado proporcionará gratuitamente

los medios de prevención y de asistencia tan sólo a los indigentes o carentes de recursos suficientes.”

 

Queda claro que según este texto, el Estado no tiene la obligación de brindar atención médica a la población. La única excepción es la de “indigentes o carentes de recursos”. Eso deja librado a los designios del mercado un asunto tan delicado como la atención médica, que pasa a ser un negocio como cualquier otro.

 

Lo mismo puede decirse del tema de la vivienda al que se refiere el artículo 45: “Todo habitante de la República tiene derecho a gozar de vivienda decorosa. La ley propenderá a asegurar la vivienda higiénica y económica, facilitando su adquisición y estimulando la inversión de capitales privados para ese fin.”

 

En este caso aún es más explícito que nuestra Constitución reconoce que la vivienda es una mercancía y que lo único que puede hacer el Estado es legislar para propender a facilitar su adquisición.

 

¿Está bien que se aplique este criterio respecto a derechos humanos fundamentales como la salud y la vivienda? Esa fue una de las preguntas entorno a la cual se reflexionó, con aportes muy valiosos de casos concretos testimoniados por algunos de los presentes.

 

Todos los asistentes coincidieron  en las sorpresas que nos  puede deparar una lectura atenta a la Constitución de la República, un texto muy poco leído y a menudo desatendido hasta por los propios gobernantes.

 

Cada uno de los asistentes se llevó de obsequio un ejemplar de la Constitución vigente y algunos aseguraron que era la primera vez que sentían verdadero interés en leerla.

 

Aníbal Terán Castromán